Add parallel Print Page Options

28 como el Hijo del hombre, que no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por todos.

Jesús sana a dos ciegos(A)

29 Al salir ellos de Jericó, lo seguía una gran multitud. 30 Y dos ciegos que estaban sentados junto al camino, cuando oyeron que Jesús pasaba, clamaron, diciendo:

—¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros!

Read full chapter